La segunda jornada de Energyear Colombia 2025 ha transcurrido en Medellín, dejando huella como uno de los eventos de networking más importantes de Latinoamérica, en donde las voces de más de 80 expertos se aunaron para abordar el tema de la transición energética y de las energías renovables en el país. 5n3v5z

Sin duda alguna, uno de los temas que sigue siendo fundamental no solo en Colombia sino en la región es el almacenamiento energético. Durante el titulado “Hoja de Ruta BESS: Regulación y Necesidades del Mercado para Fomentar y Promover el Almacenamiento en Colombia”, moderado por Catalina Barrera Ramírez, editora jefe de Review Energy, se abordó la conversación sobre esta tecnología como “una pieza clave para una matriz eléctrica más resiliente, flexible y sostenible”.

Según Barrera, dentro del panorama colombiano, en los últimos años se han visto avances importantes y un creciente interés por parte de distintos actores del sector renovable. La moderadora, quien comenzó aludiendo a que recientemente la UPME publicó el impacto normativo de las modificaciones destinadas a incentivar los Sistemas de Almacenamiento de Energía Eléctrica con Baterías, también hizo hincapié en que aún persisten retos en torno a esta tecnología y que urge que “no se vea al almacenamiento como una opción sino como un componente estructural del sistema, al mismo nivel que la generación o la transmisión. Para avanzar en los desafíos de variabilidad, garantizar seguridad energética y avanzar de forma firme hacia una matriz más limpia, flexible y robusta”.

El almacenamiento en Colombia, un país clave para la transición energética regional 332u1d

La conversación comenzó con un panorama general. Raquel Ronderos, gerente de desarrollo de negocio de Jinko Power, resaltó que “la compañía viene trabajando en soluciones para todo tipo de necesidades, desde sistemas residenciales hasta proyectos industriales y microrredes”, y destacó la apuesta de la empresa por Latinoamérica, donde ya tienen varios proyectos en desarrollo, principalmente en Chile, con la intención de expandirse pronto a Colombia.

Por su parte, Gabriel Salazar, líder de almacenamiento en Celsia, recordó que su compañía fue pionera en Colombia con el primer sistema de almacenamiento conectado a una planta solar. “Desde 2017 acumulamos experiencia y aprendizaje para normalizar y evangelizar esta tecnología dentro y fuera de nuestra organización”, señaló.

Además, Hernando Restrepo, sales manager LATAM en Sungrow, resaltó la fuerte presencia de su empresa en Latinoamérica, con 7 gigavatios instalados y tecnologías de vanguardia adaptadas al contexto colombiano. el experto, enfatizó en que el sistema energético en la región es complejo y requiere voluntad de todos los actores: sector público, privado, fabricantes y técnicos. Por otra parte, destacó la importancia de la hoja de ruta de la UPME hacia 2030, pero advirtió que el proceso debe ser dinámico y coordinado, resaltando también un reto crítico para la región: el capital humano. "Para mantener el crecimiento y la innovación se debe invertir en la formación de talento técnico local, ya que actualmente es escaso", declaró Restrepo.

La ronda de preguntas terminó con Camilo Andrés Ordóñez, power systems expert en Huawei Digital Power, quien enfatizó la importancia de integrar tecnologías Grid Forming para asegurar estabilidad y resiliencia en el sistema eléctrico, destacando que “la tecnología está lista para operar como un generador síncrono y garantizar la confiabilidad que el sistema eléctrico necesita”.

Ordoñez también aseguró que las baterías ya no son un simple complemento, sino un actor clave del sistema moderno necesario para la transición energética, por lo que apuntó a la urgencia de definir institucionalmente qué rol cumple el almacenamiento: si generador, carga, activo de red o un actor híbrido. También recalcó la necesidad de definir requisitos técnicos y modificar marcos regulatorios actuales para que los servicios auxiliares sean reconocidos y remunerados adecuadamente. Este reconocimiento es crucial para la viabilidad financiera de los proyectos.

Barreras técnicas y regulatorias: ¿cuál es el impiulso del almacenamiento en Colombia? 2z41i

El almacenamiento tiene un buen impulso en Colombia, sin embargo, aún persisten diversos obstáculos técnicos y regulatorios que limitan su adopción masiva. Aunque la implementación técnica ya es viable, la ausencia de un marco regulatorio claro dificulta su integración y despliegue en el sistema eléctrico nacional.

Salazar destacó varios puntos fundamentales para superar estas barreras:

• Viabilidad técnica, pero marco regulatorio incipiente: Aunque es técnicamente viable desplegar almacenamiento en Colombia, el marco regulatorio aún es débil. Para su expansión masiva, se necesitan señales claras y robustas sobre la remuneración de sus servicios.
  
  
• Necesidad de planificación holística: El almacenamiento debe integrarse en los planes de expansión del sistema eléctrico, considerándose no solo por costo, sino también por su rapidez de implementación.
  
  
• Ventaja competitiva: El almacenamiento se puede implementar más rápido que infraestructuras tradicionales, lo cual es clave en áreas con urgencias de refuerzo o congestión.

A estas perspectivas, Ronderos añadió que la transición energética debe garantizar la estabilidad del sistema eléctrico, y para ello el almacenamiento es fundamental. Desde su experiencia, Colombia necesita un mercado robusto de servicios auxiliares que reconozca la remuneración por funciones críticas como control de frecuencia, reserva y soporte de voltaje, similar a lo implementado en Australia. Además, apuntó que, aunque existen beneficios tributarios, el entorno regulatorio debe ser claro, confiable y rentable para atraer inversión extranjera. También mencionó la necesidad de clarificar el componente ambiental y de permisos para evitar cuellos de botella.

Mitos sobre el almacenamiento energético y cómo superarlos 1a7044

En cuanto a los mitos más frecuentes sobre el almacenamiento energético, Salazar comentó que la tecnología LFP (fosfato de hierro y litio) ha ido ganando confianza, dejando atrás la incertidumbre que existía hace algunos años sobre cuál tecnología elegir. Además, mencionó que los riesgos asociados a incendios se han minimizado gracias a la estabilidad química de la LFP, y que la vida útil de estas baterías es mucho mayor a la que la gente suele imaginar, alcanzando hasta 20-25 años y más de 7,000 ciclos, lo que las hace soluciones confiables para el largo plazo.

Coincidiendo con Salazar, Ronderos afirmó que aunque la tecnología evoluciona rápido, ya está suficientemente madura para inversiones a largo plazo, y estacó la necesidad de continuar "evangelizando" no solo desde la perspectiva técnica, sino también regulatoria, financiera y social para que el almacenamiento sea percibido como un habilitador clave de la transición energética y no como una moda pasajera.

Por su parte, Ordóñez explicó que uno de los mitos más persistentes en Colombia es la desconfianza hacia la capacidad de las baterías para actuar como generadores síncronos mediante la tecnología Grid Forming. Aclaró que esta tecnología ya está probada en campo y opera en tiempo real, respondiendo efectivamente ante eventos críticos, y advirtió que dejar fuera estas soluciones puede ser un error estratégico, recordando que en otros países ya están sustituyendo equipos tradicionales por estas baterías por su eficiencia y menores costos de operación.

Finalmente, Restrepo alertó sobre otro tipo de mito: pensar que las baterías son la solución mágica para todos los problemas del sistema eléctrico. Recordó que aunque el almacenamiento es necesario, no es suficiente. La red también requiere inversiones y planificación estructural para afrontar el crecimiento sostenido de la demanda, y subrayó la importancia de actuar con anticipación y preparación.

Visión al 2030: el futuro del almacenamiento en Colombia 4o654b

En general, con miras al 2030, los expertos coincidieron en que el almacenamiento energético en Colombia jugará un papel fundamental en la matriz eléctrica de Colombia para esa fecha. Visualizan un crecimiento significativo en proyectos de gran escala, mercados activos para servicios auxiliares y una mayor integración de soluciones detrás del medidor y en zonas no interconectadas. Además, resaltaron que el momento de actuar es ahora, impulsando desarrollos que permitan alcanzar cifras relevantes en la próxima década. También enfatizaron la necesidad de invertir en capital humano local, formando y reteniendo talento técnico que garantice la sostenibilidad y éxito de la transición energética en el país.